Una rabieta es un desborde (hambre, sueño, frustración, demasiados estímulos). No es manipulación: es su cerebro emocional pidiendo ayuda. Nuestro papel: calma + límites.
Rutinas claras ⏰: comer, dormir y salir a la misma hora.
Avisos de transición ⏳: “En 2 minutos guardamos los coches”.
Elecciones cerradas 🎛️: “¿Camiseta roja o azul?”
Anticípate al hambre/sueño 🍎😴.
Tiempo especial diario (10 min) 🧩: juego uno a uno, sin pantallas.
Decir qué sí ✅: “Correr aquí sí; en la calle vamos de la mano”.
Seguridad primero 🧘: aparta objetos, agáchate a su altura.
Respira y baja la voz 🌬️: tu calma contagia.
Valida emoción 💬: “Veo que estás MUY enfadado”.
Límite breve 🧱: “No te haré daño y no voy a dejar que pegues”.
Ofrece anclajes 🧸: abrazo si quiere, mantita, agua, respirar juntos.
Pocas palabras 📉: frases cortas y repetidas.
Sin negociaciones imposibles 🙅: el límite se mantiene, la emoción se acompaña.
Nombre + causa 🪪: “Estabas frustrada porque querías más parque”.
Reparar 🧼: si rompió o pegó, ayudamos a arreglar/pedir perdón.
Plan para la próxima 🗺️: “Cuando toque irnos, haremos 3 empujones de columpio y decimos adiós”.
Validar: “Es difícil parar cuando lo pasas tan bien”.
Límite: “No morder. Tu boca está segura, mi cuerpo también”.
Opción: “¿Quieres subir a brazos o caminar conmigo?”
Esperar: “Estoy aquí contigo. Cuando tu cuerpo esté listo, seguimos”.
Redirigir: “Los pies están para el suelo; las manos pueden apretar la pelota”.
Gritar/amenazar 😡: sube más la emoción.
Etiquetas (“eres malo”) 🏷️: dañan autoestima; hablamos de conductas.
Humillar 😔: se siente solo/a y aprende miedo.
Quitar afecto ❄️: el vínculo es el salvavidas.
Pantalla como calmante 📱: distrae, no enseña a regular.
Pelota antiestrés o plastilina
Libro corto de emociones
Botellita sensorial
Pañuelo suave / mantita
Tarjeta con respiración “olor a flor, soplar vela” 🕯️🌸
Nombra y valida: “Quieres ese juguete, ¡claro que te gusta!”.
Límite: “Hoy no lo compraremos”.
Opción: “¿Lo apuntamos en la lista de deseos o miramos 1 minuto y luego lo guardamos?”.
Si hay rabieta: seguridad + calma + salir a un lugar tranquilo si es posible.
Reconectar: “Te costó mucho, gracias por avisarme con palabras”.
Rabietas muy intensas y diarias tras los 3 años.
Autoagresiones o agresiones constantes.
Regresión marcada (lenguaje, sueño, control de esfínteres).
Dificultad para comunicarse o pocas respuestas al entorno.
Ante dudas, habla con tu pediatra o un/a psicólogo/a infantil.