Un día en Kinder Park
Nuestro día a día
En el centro de educación infantil todos los momentos tienen una finalidad pedagógica. Damos mucha importancia a la adquisición de hábitos y rutinas. Las rutinas dan a los niños y niñas mucha seguridad, y les permiten adquirir autonomía y crecer de forma armónica y feliz.
Según nuestra mirada educativa, el espacio es nuestro TERCER MAESTRO. Nuestros espacios están pensados para crear un clima familiar donde cada infante encuentre su lugar como pieza importante del grupo. La naturaleza forma parte esencial de nuestras actividades diarias, por lo tanto es un recurso pedagógico más.
Llamamos rutinas a cada uno de los momentos que vivimos a diario en el Kinder y que se repiten más o menos de la misma forma, en igual hora, espacio.. éstas son:
Es el primer momento de la mañana donde cada infante se despide de su familia y es recibido de forma individual por el personal docente del Kinder como miembro importante del grupo para comenzar el día; al llegar al aula, se encuentra todo a disposición para comenzar tareas de descubrimiento y participación.
Las propuestas que se llevan a cabo son muy variadas, fomentando la creatividad a través del descubrimiento, la manipulación, la expresión artística y corporal.
El cuidado corporal es un hábito al que le damos mucha importancia a través de las diferentes rutinas de aseo que realizamos durante el día.
Nuestro espacio abierto permite hacer uso de éste en diferentes momentos del día. En él realizaremos actividades de juego libre. Disfrutamos de la arena con material específico, descubrimos, tropezamos, nos levantamos, jugamos con cubos, palas y rastrillos, juguetes, motos, del sol, las sombras, y del aire puro.
Para Kinder Park la alimentación es un aspecto fundamental para el buen desarrollo de nuestro alumnado. La empresa Ricochef prepara cada día en nuestro centro el almuerzo, la comida y la medienda. Su nutricionista junto a la dirección del centro revisa y adapta los menús a las necesidades del alumnado. Valoramos el ambiente relajado, sin prisas, respetando los ritmos y la autonomía de estos momentos que para nosotros son de gran valor educativo.
Para la siesta, creamos un ambiente relajado para que puedan descansar cada uno en su camita. Consideramos el descanso como un hábito fundamental para su crecimiento y desarrollo neuronal.
Después del descanso, jugamos en los jardines, merendamos y nos preparamos para que vengan nuestras familias a recogernos. En muchas ocasiones realizamos actividades en familia por la tarde, y de esta manera les hacemos partícipes de los aprendizajes.